miércoles, 24 de septiembre de 2008

Reglas de urbanidad.

Si hay algún niño, miremos muy bien donde lo ponemos para evitar que vierta la salsa sobre el vestido de una señora o interrumpa las conversaciones con preguntas intempestivas.

No se bebe "el vino" echando la cabeza hacia atrás como si estuviéramos pegados a la copa y evítese hacer glú-glú al tragar.

Procurar no llevarse a la boca más que la cantidad que se pueda comer de una sola vez. No hacer ruido al sorber, ni siquiera por que este caliente. (Mejor quémese el hocico).

No visitéis a un hombre, si os consta que está solo en casa; podrían criticaros. (Sin comentarios)

Con el pan no se debe limpiar el plato por muy rico que nos sepa lo que nos han presentado.

Si se rompe una copa, por valiosa que esta sea, el ama de casa no se desesperará, sino, por el contrario, procurará quitar importancia a lo sucedido.

Leer y comer, no; pues podría ocurrirnos meter la cuchara en donde no se debe.




*Enciclopedia everest para el hogar. (Prr)

1 comentarios:

Javier dijo...

Creo que esto hay que actualizarlo:

Si hay algún niño, miremos bien de donde lo amarramos para que no pueda morder a los que vayan pasando o los alcance con un gargajo.

No se pistea la caguama echando la cabeza hacia atrás, nunca se sabe quién la uede mpujar pegándonos en el hocico.

Procurar no tragarse toda la Don Perro de un chingazo, aunque te quepa toda en el hocico (la Don Perro). No hacer ruido al sorber, ni siquiera por que este enchilado.

No visitéis a una menor de edad, a menos de que esté sola en casa y no haya peligro de que alguien llegue; podrían madrearos.

La tortilla es mejor que el Scotch-Brite.

Si se rompe una botella, por menos cerveza que ésta haya contenido, se humillará al baboso que la tiró con aplausos y chiflidos. Puto el que no.

Leer y comer, no; comer y coger... menos. Podría ocurrirnos meter la cuchara en donde no se debe, y peor aún, regresarla a la boca.