miércoles, 20 de febrero de 2008

Tengo un gusanito en la cabeza.

Quiero un sombrerito de paja con dos flores; una verde, y el color de la otra no me importa. No me importa por que de todas formas la voy a quitar.

Si no encuentras un sombrerito de paja con dos flores (por que no creo que veas uno así, a menos que lo hagas para mi, algo que seria muy amable de tu parte) entonces quiero una hoja seca (de sicómoro de preferencia pues son grades, pero si encuentras una mas grande mejor) para aplastarla y escucharla crujir y crujir, por que suena a otoño, y otoño huele a café.

Que venga la hoja con un pequeño insectito (De esos verdes peluditos que apenas y se ven, o una catarina de esas que no son ni amarillas ni rojas) que pueda encerrar en un frasco (al que previamente le hice unos hoyos, y le puse pastito para acordarme que se siente ser niña) para después liberarlo y acordarme que no puedo controlar nada.

4 comentarios:

Jana dijo...
Este comentario ha sido eliminado por el autor.
Anónimo dijo...

No me gusta que me comparen, nada nada.

Javier dijo...

Ni madres, te doy una hoja con gusanito y la pisas antes de ver si hay gusanito.

Una vez estabamos mi mama y yo comiendo un caldo de res en mi casa y que me fijo en su plato y que veo una catarina de color ya oscurecido, mas que asco me dio muchisima pena por el pobre animal guisado.

A los insectos casi siempre les toca morir tragicamente.

Anónimo dijo...

No, no lo pisaba :(.